Vale, lo admito, puede que esta escena de X-Men The First Class no sea para echar voladores. No se puede comparar con otros grandes momentos del cine para la mayoría de las personas, pero en mi pequeño mundo (multicolor y lleno de serpentinas), esta escena casi hace que me levante en mitad de la sala de cine y me ponga a aplaudir como una posesa.
En fin, que estos pequeños guiños hacen que verdaderos fans de Lobezno (del de los cómics bajito y feo y del de carne y hueso, alto y buenorro) lo flipemos y demos gracias por las ganas de pasárselo bien que tenía Matthew Vaughn cuando cogió esta historia entre sus bienintencionadas manos.
Vamos, que sí, que Lobi merecía una aparición en condiciones, este cameo que no llega a un minuto y en el que solo tiene oportunidad de decir una sonora frase, dice mucho más de mi querido Lobezno que toda la tercera película de X- Men o la horrorosa «X- Men orígenes: Lobezno».
Momentazo sí o sí.