Entre las series que estoy siguiendo made in USA esta nueva temporada (que he de admitir que no son muchas) de la que más disfruto es de la entrañable New girl. Sí, las hay mucho más profundas, interesantes y mejor hechas, pero yo hacía muuuuucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con una comedia.
La serie narra las andanzas de Jess Day, una estrafalaria joven de veintitantos años que empieza a compartir piso con tres chicos bastante peculiares. Y es que, aunque los personajes masculinos queden eclipsados ante la deslumbrante Zooey Deschanel, he de reconocer que cada un tiene su punto, y en los pocos capítulos que lleva la serie ya nos han regalado más de una carcajada (aunque echo MUCHO de menos a Coach)
Pero no nos vamos a engañar, Jess es un personaje tan brutal que puede con todo. De aspecto indie con toque romántico, hace gala de ser casi tan friki como Sheldon Cooper (aunque en diferentes aspectos), y lo mejor es que no tiene ningún complejo. A todos nos encanta como es Jess, una chica sin complejos, divertida, cariñosa y sumamente rara. El papel le viene que ni pintado a Deschanel, y es que más de uno asegura que Jess tiene la misma personalidad y el idéntico carisma que la mujer que le da vida.
Jess logra algo que no es moco de pavo, consigue durante los 20 minutos que dura cada capítulo de su serie, mantenerte aislado del mundo y sus problemas. Te lleva con ella a sus particulares mundos de Yupi y no te suelta. A mi me recuerda algo al lado más excéntrico de Lorelai Gilmore, y ya por eso merece la pena ver New girl (Sí, echo mucho de menos las locuras de Lorelai y sus charlas interminables, ¿Y qué?)
Jess es imprevisible, hace lo que le apetece en todo momento, tan pronto empieza a llorar a lágrima viva o te hace el baile del pollo. Su principal punto fuerte es que no tiene ninguna vergüenza. Pero hay que tener en cuenta que New girl tiene además un punto que la hace muy fuerte, y es el nivel entrañable que se añade en cada episodio, por la amistad que tienen nuestros protagonistas. A veces, el humor no es suficiente, y aunque no estamos ante un «Friends«, es cierto que necesitamos algo más que las típicas payasadas para que una comedia guste de verdad. New girl de momento va por un estupendo camino, y Jess ya se ha ganado mi corazón de aquí a la eternidad.