La historia
El valle de Moonacre es el lugar más hermoso y mágico del mundo, pero sus habitantes no son felices. Desde que la primera Princesa de la Luna huyera del valle con su misterioso caballo blanco, viven sometidos a los malvados hombres del Bosque Tenebroso. Sin embargo, todo cambia el día en que llega María Merryweather. Tras quedarse huérfana y sin dinero a los trece años, María ha llegado a Moonacre para vivir con su tío, el anciano y sorprendente sir Benjamin. Elegida nueva Princesa de la Luna, María intentará devolver la paz y la felicidad al valle, para lo cual deberá averiguar lo que le ocurrió a la Princesa de la Luna. Sólo así podrá deshacer la maldición que persigue al lugar y a su familia desde entonces.
Cuento de princesas y malvados
Elizabeth Goude comienza esta narración maravillosamente bien. Durante los primeros capítulos se perfila una gran historia en formato de cuento muy bien contado. Pero lo que empezó realmente bien, con aventuras, leyendas y misterios se torció en algún momento (según mi opinión). Y empezó a ser un canto demasiado pasteloso a la Religión, a Dios, al Bien y a los animales… Vamos, que con lo que me gustó el principio, al final no veía el momento de acabarlo y meterme entre pecho y espalda una buena dosis de Terry Pratchett o alguien similar con sentido del humor y mala leche…
¿Apto para todos los públicos?
No creo, la verdad. En una entrevista leí que Neil Gaiman comentaba que para ser buen escritor lo único que hay que hacer es leer buenos libros, y sobretodo malos libros. El pequeño caballo blanco sirve para dar ideas de lo que no hay que hacer… No es que sea un mal libro, Goude es una escritora fantástica por lo que he podido intuir en las escasas 200 páginas del libro. Buena narradora, con estupendas ideas y creadora de interesantes personajes… Pero se nos queda pequeña. No sé si realmente el cuento no ha sobrevivido al tiempo transcurrido (vio la luz en 1946) o la escritora era de estas personas que creen que los niños necesitan un final feliz en todo momento.
Buenos demasiado buenos, malos taaan malos
Es bueno coger este libro sabiendo lo que va a leer. Los malos son terriblemente malos (visten de negro, tienen narices aguileñas, barbas tupidas, ceños fruncidos, cuervos negros y para colmo piel tostada por el mar…), los buenos son princesitas adorables (que visten de blanco, tienen la piel pálida y perfecta, el cabello rubio y los ojos claros….). Irónicamente los malos a mi me caían bien y los buenos a veces me provocaban sarpullidos… Aún así puedo soportar la desbandada de estereotipos, pero esos capítulos dedicados al párroco y a lo que nos ama Dios y lo bueno que es, y que si Dios para aquí y Dios por allá… Como decía: No apto para ateos.
Magrat Ajostiernos dice:
Releyendo mi reseña parece que estamos ante un gran bodrio… ¡No es así! Lo que pasa que me pudo la desilusión, comenzó tan bien que me creó grandes espectativas, buscaba algo más tipo Momo (Michael Ende) que el cuento inocente y naïf que nos narra Goudge. Además, nunca volveré a confiar en los gustos de J.K. Rowling que se desvive recomendando esta novela… El caso es que no está nada mal para un niño (o quizás más para una niña…), o para alguien a quien no le moleste la iglesia y los animales bondadosos y superdotados. Está muy bien escrito y tiene partes interesantes, aunque a mi se me hizo DEMASIADO inocente.
TODAS LAS IMÁGENES PERTENECEN A: http://potatofarmgirl.blogspot.com/
La nota de Magrat:
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(NO ES PARA MI)